Perspectiva
Un cambio para que nada cambie
Marilú Besso encaminó su campaña detras de la frase "cambio". Pactó el silencio sobre el rojo de la gestión Faustinelli a cambio del sillón municipal. Sólo cambió de lugar a los mismos nombres. Las desventuras y malos augurios estan a la orden del día.
Los votos recibidos por Marilú Besso (UCR) en Río Segundo, en su gran mayoría al menos, no fueron votos entusiastas detrás de un proyecto, porque en sí careció de propuestas políticas; es más, se disfrazó detrás de un cambio cuando en última instancia se votaba una continuidad siendo parte fundamental del gobierno de su antecesor Hipólito Faustinelli (UCR), actual legislador provincial y presidente de su bloque.
Las políticas que tendrá que aplicar su administración, como ella misma lo adelanto, son medidas antipopulares: Aumento de tarifas, incertidumbre en la ejecución de las obras anunciadas por Faustinelli durante la campaña y jamás cumplidas (Natatorio municipal , polideportivo del CIC, remodelación de la Biblioteca Domingo Faustino Sarmiento), el manejo de una deuda pública cuyas cifras ya escapan a la imaginación del común de la gente, un gabinete ocupado por los mismos funcionarios alternados de lugar y oportunamente una recomposición salarial de los municipales. Una realidad que choca de frente con sus nobles promesas de luchar contra la pobreza o priorizar la salud y la educación.
Aplicar esta política, luego de los conocidos actos de negligencia e incapacidad pública de áreas a cargo de Besso, como los casos de triquinosis y meningitis en la ciudad, y dentro un partido en crisis como el radicalismo, atomizado en unos cuántos caudillos regionales, no es una tarea sencilla.
No cuenta tampoco con una base social sólida. Atada al clientelismo y a la prebenda política manejada por su antecesor y por ende con una frágil legitimidad, la intendenta, inevitablemente chocará con los sectores de trabajadores municipales y populares en los que crece diariamente un enorme mal humor. Muchos de ellos ya rompieron con el faustinellismo, otros no la ven como una líder que sepa negociar.
Es en esta pelea donde se podrá medir sin dudas la fortaleza o debilidad del nuevo gobierno, de ninguna manera en la oposición acéfala actualmente de líderes. La elección de Marilú Besso no cierra de ninguna manera la posibilidad de avanzar en la construcción de una alternativa política a lo que se venía dando, alternativa que sí se ira construyendo en las luchas que vendrán.
2008
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