TRIQUINOSIS EN RÍO SEGUNDO

Un Crudo Invierno

Una ciudad entera ha quedado sin voz y vive bajo un largo y crudo invierno, sumidos en los desórdenes de gestión municipal que nos ha caracterizado en los últimos tiempos de nuestro ex pueblo más hermoso de la tierra hoy convertido en un basurero de miserias, con demasiada pobreza, un hospital lamentable, baches por todos lados que los rellenan en época de
campaña y promesas políticas. La triquinosis señores ganó las elecciones.

¿Qué es esta enfermedad?

La principal fuente de infección es la carne de cerdo. Al consumirse la carne cruda infectada, en chacinados o embutidos mal cocidos, la persona se enferma. Esta enfermedad se manifiesta de manera endémica, y en forma de brote, ya que en el momento de consumir un producto, lo hacen varias personas en un mismo tiempo y lugar.

Por lo general, los brotes se producen en el invierno, ya que las bajas temperaturas favorecen la faena caseraEste tema es harto conocido en todas las comunas de las zonas ganaderas del País, donde para el caso se implementan serios intervenciones que no son onerosas.


Casos

El invierno pasado se presentó el mismo problema en dos oportunidades. En la primera, a fines del mes de mayo durante un partido de fútbol local, al consumir algunos asistentes chorizos mal cocidos. Desde la municipalidad el caso se minimizó culpando al animal de ser de otra jurisdicción. "Es responsabilidad de la provincia, el chancho no es local" objetó el intendente Hipólito Faustinelli despegándose inmediatamente del problema.

Se sabe que el control sanitario se realiza sobre el animal faenado, es decir antes de salir a la venta al público. En este caso, la venta del chacinado fue realizada desde un comercio de nuestra ciudad. Esta vez, la culpa fue del chancho, por lo que no se realizaron intervenciones importantes al respecto.

Esta ausencia de inspección derivó meses después en la aparición de otro brote de triquinosis, en esta oportunidad más grave, ya que sumaron más de 70 los infectados. Nuevamente, el municipio trató de deslindarse de obligaciones informando escuetamente que el establecimiento era "clandestino y por ello imposible realizar vigilancia alguna”. Llamó la atención la cantidad de infectados por tratarse de una faena “casera”.

Pero, ante el riesgo del caso y sobre todo por la fuerte repercusión mediática a nivel provincial, las autoridades locales debieron efectuar inspecciones repentinas a las distintas carnicerías de la localidad y, al mejor estilo de caza de brujas, decomisaron varios comercios céntricos a la luz de los pobladores aterrados.

Por su parte, El Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (SENASA), realizó distintas verificaciones conjuntamente con Gendarmería en asentamientos cercanos al basural de Río Segundo donde algunos vecinos de pocos recursos crían chanchos para consumo propio y para la venta. En este caso, también, las autoridades locales brillaron por su ausencia.

Con argumentos tales como "la culpa es de la gente”, o que la zona del Vado "pertenece a Dipas", es decir, a la provincia, Faustinelli justificó su inoperancia. Estas declaraciones irritaron mucho a aquellos ciudadanos acostumbrados a las visitas diarias de este funcionario en época de elecciones y que ahora los desconocía.” Entonces los que habitamos esta parte del pueblo ¿dónde y a quién votamos? “se preguntaban desconcertados.


Una realidad y una gran ausencia

Los criaderos y mataderos clandestinos, en que se crían los chanchos entre basurales donde pululan las ratas, son poderosos focos de infección. Con todo, como la rata es una verdadera plaga mundial y posee una facultad poco común de acomodación al medio y sobre vivencia, unida a una extraordinaria astucia para encontrar su alimento, no es difícil que se filtre aún en los criaderos modernos.

Las falencias de control y el ausente ejercicio de Poder de policía demostró lo poco que se ha hecho desde la comuna por este tema. Lejos de acercarle a la ciudadanía la calma, se optó por culpar a quienes, sin otra opción, poseen animales de granja en el patio de la casa para subsistir y el extremo de prohibirle a la gente de comer lo que realmente le gusta.

Con una continuidad en los controles de parte de la autoridad municipal, sobre todo en la época de invierno, hoy no nos estaríamos lamentando y culpando al otro, máxime si como última medida se veda carnear en una zona dónde se la conoce por esta costumbre. O tal vez se hubiera evitado, al menos el rebrote, si tanta mano de obra contratada en los meses previos de la campaña electoral se aprovechaba positivamente.

Cerdos se alimentan en el basural de Río Segundo